La Batalla de Ayacucho
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Casi
300 años después de que Francisco Pizarro conquistara
el Imperio Incaico, la colonia fue suprimida para siempre
desde el 9 de diciembre de 1824 en la batalla de Ayacucho. El rey Fernando VII se debilitó en Europa por las
revueltas ocurridas en España, el levantamiento logró asegurar la independencia
de Perú y el resto de la América dominada por España.
PRECEDENTES DE LA BATALLA DE AYACUCHO
Los
primeros indicios de problemas para la Corona se produjeron en 1807, cuando
Napoleón empezó a propagarse en Europa central y occidental, empezó a
desestabilizar los regímenes de la Península Ibérica a Austria. Perú se mantuvo
leal al gobierno español en ese momento, dándose cuenta de que tendrían que
manejarse con gobernadores locales nombrados por el virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa.
Mientras que la España escribió la nueva Constitución española de 1812 con la
monarquía en el exilio, las pequeñas rebeliones fueron suprimidas 1811-1815.
INICIO DE BATALLA DE AYACUCHO
En 1821, los movimientos independentistas
en otras naciones se habían extendido hasta el Perú. José de San Martín trajo
refuerzos desde Chile, sintiéndose lo suficientemente cómodos con los éxitos
como para declarar la independencia del Perú después de capturar partes de Lima
el 12 de julio.
Mapa
de la Batalla de Ayacucho El general José de la Serna – Virrey del Perú después
de derrocar a su predecesor – marchó con su ejército en persecución de los
nacionalistas. Sabiendo que sus soldados eran los únicos que podían reunir
refuerzos ya que se habían negado a salir de España desde 1820.
A medida que la administración colonial estalló en el caos hacia el final de 1823 – Fernando logró poner de cabeza al Gobierno Constitucional – Bolívar sintió la oportunidad de entrar en el Alto Perú al sur y envió a su segundo al mando, Antonio José de Sucre, a atacar durante los meses de primavera.
Sucre, consciente de que no podía ganar una batalla basada en tácticas, obligó a su ejército a retirarse cuando se encontró cara a cara con un ataque realista a principios de diciembre. Reorganizo a sus soldados cerca de Ayacucho y se las arregló para crear una batalla igualándose, los rebeldes sólo tenían unos 500 hombres menos que su contraparte realista.
La Serna y los soldados que respaldan la dominación española marcharon en dirección de Sucre y sus tropas el 9 de diciembre de 1824, perdieron el elemento sorpresa en los momentos iniciales. Una pequeña colina en el lado del campo de batalla permitió ver a Sucre al ejército realista obligándolos a atacar, permitiéndole colocar sus tropas.
Sus hombres atacaron, el resto del ejército se deslizó en un intento de contrarrestar el avance de los nacionalistas. Las unidades de Sucre, se movieron como un frente cohesionado, capturando a de la Serna. La batalla había terminado, con más de 2 500 realistas muertos o heridos.
Esa tarde al terminar la batalla de Ayacucho, el líder en funciones José Canterac firmó la capitulación de Ayacucho dando fin a la Guerra de la Independencia del Perú. En España, el acto sería visto como una conspiración contra la corona.
A medida que la administración colonial estalló en el caos hacia el final de 1823 – Fernando logró poner de cabeza al Gobierno Constitucional – Bolívar sintió la oportunidad de entrar en el Alto Perú al sur y envió a su segundo al mando, Antonio José de Sucre, a atacar durante los meses de primavera.
Sucre, consciente de que no podía ganar una batalla basada en tácticas, obligó a su ejército a retirarse cuando se encontró cara a cara con un ataque realista a principios de diciembre. Reorganizo a sus soldados cerca de Ayacucho y se las arregló para crear una batalla igualándose, los rebeldes sólo tenían unos 500 hombres menos que su contraparte realista.
La Serna y los soldados que respaldan la dominación española marcharon en dirección de Sucre y sus tropas el 9 de diciembre de 1824, perdieron el elemento sorpresa en los momentos iniciales. Una pequeña colina en el lado del campo de batalla permitió ver a Sucre al ejército realista obligándolos a atacar, permitiéndole colocar sus tropas.
Sus hombres atacaron, el resto del ejército se deslizó en un intento de contrarrestar el avance de los nacionalistas. Las unidades de Sucre, se movieron como un frente cohesionado, capturando a de la Serna. La batalla había terminado, con más de 2 500 realistas muertos o heridos.
Esa tarde al terminar la batalla de Ayacucho, el líder en funciones José Canterac firmó la capitulación de Ayacucho dando fin a la Guerra de la Independencia del Perú. En España, el acto sería visto como una conspiración contra la corona.






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